La Pandemia de la desinformación

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Por. Lic. Juan Carlos González Díaz, Presidente del Foro de Abogados Progresistas del Estado de México.

Extasiados, se encuentran algunos medios de comunicación nacionales y locales con sus micrófonos, algunos columnistas de periódicos nacionales y locales, políticos, -un expresidente- bueno hasta artistas de televisión y comentaristas deportivo.  –claro está con sus debidas y honrosas excepciones- han rebasado la línea de la cordura y hoy se encuentran más frenéticos que nunca con sus voces alarmando a la población por el infausto COVID-19, y en el que más de las veces es su contrariedad hacia el proyecto de transformación de la 4t, que por una verdadera defensa de las causas que atribulan a la sociedad, en este caso la crisis de salubridad sanitaria por el coronavirus.

Un medio de información como la televisión o la radio que trabaja con una concesión otorgada por el Estado, ¿hasta dónde puede tener a la audiencia en vilo? y darle más preponderancia al caos que a lo verdaderamente significativo que en este caso sería información real, seria, verificada, a fin de que  la población se prepare con conciencia para lo que ya se está dando, pero lo que viene va a ser más difícil y que según información dada por la secretaria de salud actualmente nos encontramos en la fase 1 de 3.

Si bien el artículo 6 de la constitución protege la libertad de expresión, también establece que dicha manifestación de ideas no debe perturbar el orden público. ¿Hasta dónde es plausible que algunos medios de comunicación, algunos columnistas, políticos de oposición propaguen la psicosis del COVID-19 y pongan el peligro el orden público y con ello a la propia población?

Si bien nunca es aconsejable la censura, estos medios que propagan el infortunio, deberían de autoregularse, sería de muy buena ayuda para que  este episodio de contagio por COVID-19, tengan seriedad, sin especulaciones y que solo conocedorespudieran estar al frente con este tema de salud publica, no es mucho pedir, así entre más rápido el país pase esta crisis de salud, más fácil será para todos seguir adelante con nuestras vidas normales, ya que de lo contrario no habrá ningún ganador, solo desempleo y una crisis económica para todos,pero con mayor preponderancia para mucha gente que vive al día y que es la más desgraciadamente en nuestro país.

¿Qué lugar les corresponderá a los agoreros del desastre y sus voces que han fomentado la desinformación?, en una afectación real que se ve venir ya en lo económico, social y que terminando de pasar se empezará a hacer el recuento de los daños. ¿De esos daños a la salud, económicos, sociales?, que habrá en este país y que ya se empieza a vislumbrartambién, como desempleo, bajas ventas, parálisis económica, pero que sin lugar a dudas estos han apresurado y apostados a la crisis del país para sacar un beneficio de ello ya sea económico, social, político o personal.

Lo que si es que más tarde que temprano al hacer un recuento de los daños que ha dejado esta crisis de salud pública y sus consecuencia a la salud, económicas y sociales cada quien ha de recibir el escrupuloso juicio de los ciudadanos de este país.

De lo rescatable de esta severa crisis a la salud es la forma que tanto el gobierno federal, como el de Estado de México han trabajado para la población sin llegar alarmar a la gente, es de agradecer que se han mantenido serenos ante la avalancha de los agoreros del desastre y no han caído en el garlito que les quieren vender los falsos profetas del infortunio.