“Agarre una pala y póngase a trabajar” fue la frase que desató la furia de los integrantes del Estado Mayor Presidencial y comitiva que resguardaba celosamente la visita que Enrique Peña Nieto realizó al municipio de Joquincingo, bastaron unos cuantos segundos para que arremetieran contra brigadistas que se identificaron como estudiantes de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM). El hecho bastó para que el rector, Alfredo Barrera Baca, a través de un comunicado, deslindarse a la institución asegurando que los jóvenes estaban por su cuenta.
No sólo fueron las palabras que Peña Nieto mencionó pocos minutos después del altercado, lamentamos que llegue a la comunidad gente que no tiene el espíritu de ayuda, por lo que preguntó a los lugareños si eran de la comunidad, y le respondieron que no.
Las palabras del presidente incitaron a la comunidad a decir porras a favor de Peña Nieto, haciendo que los jóvenes se replegaran.
Horas después de los hechos, a través de sus redes sociales, concretamente de la Dirección de la Dirección de Comunicación Universitaria se publica un comunicado donde se lamenta el altercado y se destaca que los jóvenes fueron al municipio por cuenta propia.
La institución reconoce que los jóvenes estaban en el municipio apoyando a un compañero oriundo de la comunidad y su familia.
También intenta justificar la conducta de los jóvenes asegurando que es producto de la “tristeza y frustración propios de la tragedia y el ímpetu de los jóvenes; además se desmarca a la institución de los hechos asegurando que existe un respeto hacia las autoridades estatales y federales.
La reacción universitaria generó fuertes críticas por parte de integrantes de la comunidad, entre los comentarios se reprochaba los calificativos utilizados para los jóvenes y qué no se les diera el respaldo institucional.