15 años después tres de los seis presos políticos de Tlanixco fueron liberados la tarde de este domingo; tras retirarles los cargos de secuestro y homicidio, el juez ordenó su liberación inmediata.
Dominga González Martínez, la única mujer del grupo; Marco Antonio Pérez González y Lorenzo Sánchez Berriozábal, ya duermen en sus hogares, gracias a diversas organizaciones defensoras de los derechos humanos, las cuales pasaron años denunciando irregularidades en el proceso judicial iniciado contra los pobladores que estaban condenados a pasar 50 años en la cárcel.
Las movilizaciones a favor de los indígenas propiciaron la reposición del proceso, que finalmente culminó con el desestimiento de la Fiscalía General, y por ende con la liberación inmediata de tres de los seis presos políticos de Tlanixco.
Los indígenas de Tlanixco fueron acusados de homicidio calificado y privación de la libertad hace 15 años, tras una disputa con una empresa floricultora extrajera instalada en Villa Guerrero.
En abril de 2003, un floricultor de Villa Guerrero anunció que acudiría a Tlanixco, cuyos habitantes interpretaron el acto como una provocación y convocaron a la gente a reunirse a través del toque de campanas, como es parte de sus usos y costumbres.
Ese hecho fue considerado por la justicia mexiquense como un supuesto llamado a linchar al visitante, que murió ese día de forma accidental luego de caer a un barranco, y bastó para condenar a 50 años de cárcel a los seis acusados, quienes eran algunos de los habitantes que más se habían movilizado en defensa del agua.
Los abogados anunciaron que continuarán la lucha por la liberación de Pedro Sánchez Berriozabal, Teófilo Pérez González y Rómulo Arias Míreles, por lo que la lucha para defender sus derechos humanos no se detendrá.
* Fotografía CDH Zeferino Ladrillero