Toman “Raymundo y su pandilla” primer cuadro de Toluca

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Raymundo Martínez Carbajal, alcalde Toluca, utiliza servidores públicos en horario laboral para llenar y echarle porras en sus eventos públicos, también para agredir a la prensa y a sus adversarios políticos.

La mañana de este jueves, Martínez Carbajal cerró los alrededores de palacio municipal, concretamente la calle de Independencia para anunciar el arranque del programa del bacheo en el municipio, a pesar de que la época de lluvias no concluye.

Fue evidente que los asistentes al evento eran en su mayoría servidores públicos de los edículos localizados en los Portales, pues al acabar todos regresaron a sus oficinas.

No es la primera vez que el alcalde ocupa a los funcionarios municipales para echarle porras. El 10 de agosto días después de mandar a agredir y atestar al décimo regidor de Morena, Mario Cardoso, los trabajadores municipales fueron congregados en el patio del palacio municipal para validar las acciones del Martinez Carbajal contra su compañero e integrante del Cabildo.

*Utilizan a mujeres y personas de la tercera edad para agredir

Al finalizar el evento del programa de Bacheo, empleadas y empleados de Martínez Carbajal, resguardados tras las vallas, así como por elementos de la policía municipal se quedaron para gritar y agredir al exregidor de Toluca, Gabriel Medina.

Al grito de “páganos y ratero”, estas personas, quienes se identificaron como servidores públicos, intentaron bloquear la conferencia de prensa que el integrante de Unidos por un Mejor País intentaba dar acerca de la problemática de los baches.

Entre las risas de los policías municipales, quienes mantuvieron a los agresores resguardados dentro de las vallas metálicas, estos comenzaron a lanzar líquidos y objetos a la prensa que se encontraba en el lugar; algunas de las enviadas por el alcalde, comenzaron a gritar a una reportera “pendeja”, tras el reclamo para que dejaran de aventar objetos.

Posteriormente llegó Genaro Ruíz López, director de Gobierno y Concertación, para abrazar a la líder de las agresoras de nombre, Juana Reyes, militante del PRI, y al percatarse de la presencia de los medios, se quedó junto a ella hasta que se despejaron las calles.