Una plaga de gusano descortezador acabó con la vida de 180 árboles en Ciudad Universitaria en Toluca, lo que provocó que la Dirección de Protección al Ambiente de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) los quitara para iniciar el programa de restauración y biorremediación en la zona.
Desde hace algunos meses varios árboles, ubicados en la parte posterior de la Facultad de Contaduría y Administración, comenzaron a presentar problemas de salud, muchos de ellos murieron y se cayeron.
De acuerdo con Raúl Vera Noguez, director de Protección al Ambiente de la UAEMex, la mayoría de los ejemplares afectados son Cedros Blancos, los cuales se sembraron en la década de los 80 en Ciudad Universitaria con la idea de crear un bosque. Sin embargo, el suelo rocoso de este cerro y la falta de nutrientes propiciaron que la plaga del gusano descortezador atacara a los árboles.
Ante la situación fue necesario comenzar a retirarlos. Muchos de ellos se cayeron debido a que ya estaban secos y los vientos los derribaron, explicó el biólogo.
Desmintió que la tala de los 180 Cedros Blancos, de los 370 que estaban en la hectárea de bosque donde están trabajando, ocurriera para ampliar la Facultad de Contaduría. Por el contrario, dijo, «lo que hoy estamos haciendo es un proyecto piloto de restauración y biorremediación para mejorar los nutrientes de la tierra, así como remplazar estos árboles por especies como Acacia, Tejocote, Capulín, Encino».
¡Salvemos al bosque universitario!
Ante la preocupación de la comunidad, quien difundió fotografías en redes sociales de los troncos talados, la dirección de Medio Ambiente dio a conocer en qué consiste el proyecto de rescate del bosque en CU.
“Es evidente el deterioro de los ejemplares, es verdad que tienen muchos años y por lo mismo terminaron su vida útil. No hay una medicina o remedio para atacar al gusano descortezador que afecta principalmente a los Cedros. Se puede observar el daño estructural de muchos de ellos, lo que los convierte en un peligro, hasta de muerte, para la comunidad por su tamaño”, biólogo.
Por lo anterior se tomó la decisión de intervenir la zona, reforestando con especies que generen suelo. Además de reutilizar y reciclar lo que genera el bosque universitario.
Acciones por los árboles de Ciudad Universitaria
Los troncos de los árboles que murieron o se talaron se colocaron como barreras para detener los escurrimientos de agua, para que en algunas facultades se utilizaran en los huertos; nada de ellos se tiró.
Las ramas y hojas se utilizan para crear una composta natural, que ayuda a regenerar los suelos. Con el apoyo del Centro de Investigación en Ciencias Biológicas Aplicadas de la universidad, colocaron microorganismos que finalmente hacen una simbiosis para acelerar el crecimiento de los nuevos árboles. Mismos que en cinco años podrían alcanzar una talla mediana o grande.
Al año se generan 180 toneladas de composta natural. Esta se reparte en diversos espacios universitarios donde se construyen Viveros, e inclusive se producen los árboles y plantas con las que se reforestan dichos espacios. Por ejemplo, cuentan con varios árboles de Mora que son el símbolo universitario y que son hijos del sembrado en Rectoría.
También se están sembrando plantas arbustivas para recuperar la fauna típica de CU como el cacomixtle, conejo, reptiles y aves. Esto generará un hábitat donde puedan prosperar y que hoy no existe.
Etapas de recuperación
El proyecto de recuperación del bosque universitario se divide en tres partes. La primera es en las facultades donde se deben poner áreas jardinadas y zonas de esparcimiento verdes. Además de crear la cultura de conservación y cuidados de dichos espacios.
Existen grupos de alumnos que se integran a las brigadas ecologistas, que ayudan a la reforestación. Ahora se les está invitando para ayudar con el proyecto de restauración.
La segunda etapa es la del bosque que ya se trabaja. Y la tercera es la punta del Cerro, que se va a declarar como zona de reserva. Es decir, se dejará su aspecto rocoso y no se le introducirán nuevas especies.
“La realidad es que sí se estaba perdiendo el bosque de Ciudad Universitaria, pero en esta administración la instrucción es su rescate y hacerlo un proyecto permanente que trascienda. Además de hacerlo con pocos recursos porque estamos reutilizando todo el material natural que se genera”.
Aunado a ello, la Secretaria de Rectoría ya trabaja en un reglamento de Biodiversidad y Sustentabilidad, que tendrá que ser aprobado por el Consejo Universitario, convirtiéndose en el instrumento legal para que toda la UAEMex alinee sus actividades con este enfoque.
Árboles disponibles en Ciudad Universitaria
Actualmente, se cuenta con siete hectáreas de bosque, las cuales ya presentan problemas de plaga debido a las especies de árboles que hay. Aunque los Eucaliptos no son afectados, su altura los hace riesgosos, ya que no se puede controlar su crecimiento y las fuertes lluvias o vientos los podrían derribar. Por ello, será necesario cambiar algunos.
El año pasado se plantaron mil 500 árboles frutales, principalmente, que se espera sobrevivan la mayoría. Incluso se puede observar que algunos ya están creciendo. Algunos de ellos ya tienen huevecillos de mariposas, situación que no ocurría con los otros ejemplares.
“Hace algunas décadas se pensó hacer un bosque de vocación forestal en el Cerro de CU. En su momento fue un logro, porque las condiciones eran difíciles para ello. Hoy buscamos conservarlo con nuevas técnicas y recursos, sobre todo sustentables y que permitan mantener un sistema sano”, resaltó Raúl Verá.