Feminicidios son producto de normalizar la violencia intrafamiliar, pero, sobre todo, un reflejo de que las instituciones no están haciendo lo suficiente para atender a las víctimas, antes de que se termine en un fatal desenlace, expresó Esperanza Arias representante estatal de la Red de los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (Ddser).
En los últimos 15 días alrededor de cinco mujeres fueron violentadas y asesinadas en Toluca, algunos de los casos se catalogaron como feminicidios y ello provocó la movilización de colectivos y organizaciones que exigían justicia.
En tanto organizaciones siguen pugnando por una atención temprana a la violencia intrafamiliar, que sea apegada a los protocolos y priorizando a las víctimas.
“Lamentablemente la pandemia por COVID-19 lo único que hizo fue evidenciar la violencia intrafamiliar que ya se vivía, además de limitar más el acceso a las instituciones de justicia o ayuda para las mujeres, aunado a que se continúa normalizando la violencia intrafamiliar”, comentó.
Es un hecho que mujeres, niñas, adolescentes están siendo violentadas desde sus hogares, y que la pandemia lo hizo más evidente, de ahí a este aumento de feminicidios.
Destacó que tampoco la ayuda por parte de los gobiernos es óptima, y en muchos casos nula ya que cuando acuden a poner una denuncia por violencia o no se les atiende adecuadamente o se les termina regresando con el agresor a sus casas.
Finalmente destacó que las organizaciones y colectivos están exigiendo de manera permanente que las instituciones trabajen de manera adecuada para las mujeres y que se apliquen protocolos de seguridad en cualquier caso de violencia intrafamiliar, porque ello podría evitar muertes.
