Vecinos de la colonia Ciprés no cesan en sus quejas contra los bares instalados sobre la vialidad Carranza por la cantidad de problemas sociales que les han generado como inseguridad y ruido, ello pese a que hace algunos meses se solicitó hacer una investigación sobre estos centros establecidos en una zona habitacional.
Debido a la cantidad de personas que acuden a estos negocios -dijeron- los cristalazos son cosas de todos los días, inclusive se han contabilizado hasta 18 de estos sucesos en un lapso de 4 horas, y los asaltos van en aumento.
A esto, se le suma la mala imagen de jóvenes saliendo alcoholizados de estos lugares debido a que muchos de ellos ofertan muy baratas sus bebidas, en 19 pesos, lo que genera que estos hagan desmanes al estar sumamente intoxicados.
Reconocieron que el cierre de “La Trompería” fue un acierto de la administración municipal, por lo que solicitan que se dé manera definitiva y no se le permita abrir sus puertas, ya que ahorita el estatus del lugar es de suspendido.
A dos meses de haberse reunido con autoridades municipales, no han visto acciones contundentes que terminen con las problemáticas que sufren a diario, pese a que se integró una comisión edilicia especial para atenderlos.
Los vecinos evalúan que mientras se siga permitiendo el funcionamiento de estos negocios y la apertura de más, los problemas no cesarán, por lo que lejos de consensos con los empresarios, piden no operen, ya que es una actividad incongruente que no es compatible con la colonia.