El cansancio y la falta de energía son síntomas muy frecuentes en la adolescencia sin embargo puede tratarse de fatiga crónica, que de no detectarse a tiempo puede tener un impacto negativo en el desarrollo de las actividades cotidianas.
La doctora Brenda Cristino Sicairos, adscrita a la jefatura de servicios de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Estado de México Poniente detalló que se define a la fatiga crónica como la sensación de cansancio y agotamiento que ha perdurado por un periodo de al menos seis meses.
El diagnóstico de este padecimiento es difícil ya que antes debe estudiarse la historia clínica del paciente así como descartar enfermedades crónicas o cáncer. Este cansancio suele acompañarse de dolor articular, insomnio, ansiedad, estrés y depresión.
En el caso de los adolescentes, esta fatiga crónica los imposibilita para concentrarse, estudiar adecuadamente e incluso salir de su casa. Generalmente los padres de familia pueden relacionar estos síntomas con una etapa propia de la edad, sin embargo, no es normal que el adolescente se sienta cansado aún cuando ha dormido lo suficiente.
La especialista del IMSS Estado de México Poniente resaltó que las causas son multifactoriales no obstante pueden atribuirse a estrés continuo o alguna infección persistente.
Cabe mencionar que dependiendo de la sintomatología será el tratamiento y puede derivarse a especialidades como reumatología, ortopedia o psiquiatría, aunque se ha demostrado que la psicoterapia ayuda a la disminución de ansiedad y depresión.
Finalmente indicó que la fatiga crónica en los adolescentes repercute en los ámbitos, escolar, familiar y social aislándolo de sus actividades cotidianas derivando en un cuadro de depresión, por lo que es primordial el tratamiento psicológico.
* Fotografía tomada de internet