Rehabilitación de calles, el sinsentido en Toluca

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El alcalde de Toluca, Fernando Zamora Morales atribuyó cierta culpa de las pésimas condiciones de calles y banquetas a los trabajos que realiza personal del organismo de Agua y Saneamiento en calles y banquetas de la capital del Estado de México.

De acuerdo con el presidente municipal, personal del organismo descentralizado abre arbitrariamente las calles del municipio, sobre todo, las que acaban de ser rehabilitadas.

Una de las zonas donde se duplica el trabajo de la administración municipal actualmente es en el cruce de las calles Isabel La Católica y Jesús González Ortega, donde hace unos meses se llevó a cabo la repavimentación del lugar, y actualmente, Agua y Saneamiento abrió una zanja para realizar labores. 

El motivo por el cual el ayuntamiento rehabilita calles y banquetas que después el organismo de Agua y Saneamiento de Toluca destruye no ha sido explicado por las autoridades.

Hasta ahora se desconoce si el ayuntamiento ha sancionado oficialmente al organismo de Agua y Saneamiento por las acciones que han derivado en las pésimas condiciones de calles y banquetas. 

Sin embargo, el argumento es utilizado para justificar los desperfectos en el territorio municipal, como los baches, una de las situaciones que los ciudadanos consideran insoportable debido a las averías que causan a los medios de transporte y la mala imagen urbana que proyectan.

A la administración que encabeza Fernando Zamora Morales le quedan 90 días aproximadamente en el cargo, y según el alcalde, durante este lapso, nuevamente, se desplegarán brigadas rehabilitar las calles. 

Cabe recordar que la postura del presidente municipal sobre el estado de las calles cambió días después de que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) emitiera una recomendación debido a la gran cantidad de baches en calles de la ciudad que vulnera el derecho humano a la movilidad, a la integridad y al patrimonio de sus habitantes, por ello, solicitó elaborar a la brevedad un diagnóstico sobre la situación actual de la carpeta asfáltica, con un mapa de riesgo que identifique las vialidades, así como una evaluación técnica para conocer su estado, condición y requerimientos específicos para reparación y conservación.