El sistema bancario de México es claramente desfavorable para la economía de las familias, ya que cobra altas tasas de interés y triplica, en la mayoría de las ocasiones, el nivel de inflación en el país, refirió el investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México, Miguel Ángel Díaz Carreño.
El universitario indicó que los financiamientos son “caros” y por lo tanto alargan el pago de un producto hasta por cinco años, en perjuicio de la economía del consumidor y su familia.
“Quien tiene la necesidad de adquirir un préstamo bancario tendrá que hacer un esfuerzo grande para cubrir su deuda y los intereses generados”.
Miguel Ángel Díaz Carreño abundó que al no confiar en el sistema bancario, la ciudadanía acude a sus familiares o conocidos para endeudarse, lo cual también resulta desfavorable, pues con ellos las tasas de interés suelen ser más altas.
En ese contexto, advirtió que una persona que tiene un imprevisto económico puede vivir situaciones sumamente adversas ante la imposibilidad de pagar un crédito o financiamiento.
“Es una problemática distintiva de los países en desarrollo, ya que en las naciones desarrolladas las tasas no son tan altas”.
Miguel Ángel Díaz Carreño subrayó que “60 por ciento de la población mexicana vive en condiciones precarias y percibe entre uno y tres salarios mínimos, lo cual a veces no alcanza ni para comer dignamente”.