Durante una visita que realizó a una comunidad totonaca de la sierra norte de Puebla, cuyos habitantes utilizan un huarache que se llama “pata de gallo”, Carolina Reyes Ávila, estudiante de la Facultad de Lenguas de la Universidad Autónoma del Estado de México, decidió desarrollar un proyecto de negocios y fabricar zapatos con suela de neumáticos de autos.
“Inicialmente fabriqué huaraches y después comencé a utilizar hormas, incluí diseños, utilicé telas y diferentes materiales, pero siempre reutilizando las llantas de los automóviles para las suelas”.
Carolina indicó que luego de ser finalista del Concurso del Universitario Emprendedor de la UAEM inició su relación con la Red de Incubadoras de Empresas de la propia institución, que le brindó el respaldo y asesoría necesaria para afinar su proyecto inicial y poner en marcha Pentagrama, “una empresa dedica a fabricar calzado ecológico a partir de llantas que culminaron su vida útil”.
Con la ayuda de la UAEM, aseguró, desarrollé un plan de negocios. “Ahora me encuentro en la etapa de la imagen de la marca y la UAEM me asesora para determinar el mejor camino para que mi empresa prospere”.
La estudiante universitaria, quien en la actualidad se encuentra realizando una estancia académica en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), resaltó que todos los productos de Pentagrama, que ya se comercializan en diversas tiendas de la ciudad de Toluca, “son artesanales y ecológicos, ya que las llantas de los autos son un excelente material para elaborar la suela”.
Además, puntualizó, nuestro modelo de producción es circular, ya que también se identifican los desechos que puede generar la producción del calzado luego de ser utilizado. “Así que los clientes los usan y cuando los desgastan nos los devuelven para utilizarlos en la fabricación de unos nuevos”.
De esta manera, subrayó, todos los productos de Pentagrama contribuyen con la conservación del ambiente, pues la mayor cantidad de materiales utilizados en su fabricación son reciclados.
“Es muy común encontrar en la calle, en las aceras o los parques, llantas desechadas y los recolectores de basura no saben dónde colocarlas, así que nosotros les damos una segunda vida”.
Relató que destina algunos días de la semana para buscar neumáticos y otros materiales que pueden ser útiles en la fabricación de sus productos en calles y basureros; “también hay algunas personas que ya saben de nuestra labor y nos regalan llantas”.
Invitó a la comunidad universitaria a innovar, emprender y crear su propia empresa y puntualizó que el apoyo que recibe de la Universidad Autónoma del Estado de México es fundamental para consolidar su idea de negocio.