El presidente municipal de Toluca, Fernando Zamora Morales acusó a protectoras de animales de amenazar de muerte a víctimas de jaurías en las comunidades de San Mateo Otzacatipan y San Pedro Totoltepec y sus familiares, con la finalidad de presionar a las autoridades para no sacrificar a los perros semi-domiciliados que han atacado en la zona.
“Hay algunos integrantes de las sociedades protectoras de animales que han amenazado de muerte a los familiares, no lo deben de hacer así porque si ellos hubieran sufrido el ataque de esos perros o alguno de sus familiares les aseguro que también reaccionarían igual; los han ido a amenazar al hospital, los han amenazado de muerte” (SIC).
Durante la novena sesión abierta de Cabildo, el alcalde insinuó que en Toluca nunca se dará prioridad a la vida de un perro antes que la de un humano; tras la intervención de la ciudadana Margarita Castañeda Mercado, familiar de una de las víctimas mortales de una jauría en San Pablo Autopan, quien se confesó “amante de los animales” aunque pidió se identifiquen a los perros implicados y se sacrifiquen “ya que un animal que ataca una vez, ataca siempre”, dijo.
Zamora Morales dijo ser respetuoso de las leyes; sin embargo, lamentó que las leyes le prohiban “levantar” sólo tres perros por día y mantenerlos en observación, en lugar de poner fin a esta situación.
“Algo está mal, como es posible que expongamos la vida de las personas porque algunas leyes nos prohiben de hacer lo que debemos de hacer”, sentenció.
Acompañado de asociaciones protectoras de animales, el alcalde -dijo- que recorrerá mañana jueves el Centro de Control Animal de Toluca a las 11:00 horas, ubicado sobre la carretera Toluca-Tlacotepec en el kilómetro 3.8, para revisar las condiciones de las instalaciones y el trato que se les da a los caninos en el lugar.
Cabe recordar que asociaciones no gubernamentales que velan por el trato ético de los animales en Toluca exigieron la renuncia del del encargado del Centro de Control Animal de Toluca, Ignacio Medina Ferrusca tras calificar de ineficiente su desempeño para controlar la población de perros semi-domiciliados en la zona norte de la capital mexiquense y que han provocado ataques a la población.