CICBA de UAEM promueve conservación de fauna silvestre

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El conflicto con la población cuando los animales atacan ganado o destruyen cultivos es una de las principales causas que amenazan la conservación de la fauna silvestre en México, principalmente de tres grandes depredadores: jaguar, puma y oso negro, sostuvo la profesora e investigadora del Centro de Investigación en Ciencias Biológicas Aplicadas (CICBA) de la Universidad Autónoma del Estado de México, Martha Zarco González.

Refirió que este conflicto se presenta en comunidades rurales muy cercanas a las áreas naturales protegidas donde habitan estas especies, que necesitan grandes espacios para desplazarse, e informó que la UAEM, a través del CICBA, genera información biológica y ecológica en investigación básica, pero también incide con investigación aplicada.

Tras señalar que están enfocando los resultados de sus trabajos de investigación a los tomadores de decisiones, comentó que el CICBA genera mapas de riesgo que identifican las zonas en las que se presentan más conflictos entre estas especies y los pobladores.

Además, indicó Zarco González, se caracterizaron dichas zonas a nivel nacional, con la finalidad de saber dónde están y qué condiciones sociales, económicas y culturales prevalecen en el área, así como el tipo de ganado con que se cuenta, prácticas de manejo y en qué lugares se presenta el problema de depredación, entre otros factores.

La también coordinadora de Investigación y Estudios Avanzados del CICBA aseveró que a partir de estos datos se sugirieron estrategias para prevenir la depredación de dichas especies, a partir de la disminución del impacto de la depredación del ganado.

Manifestó que entre las estrategias de solución planteadas por los investigadores universitarios a esta problemática destaca el uso de elementos disuasivos, ya sea visuales, auditivos o gustativos que colocarían en los potreros donde está el ganado, con la intención de alejar a los depredadores.

De hecho, informó Martha Zarco González, en la zona sur del Estado de México ya se implementaron algunas de estas estrategias, que además, son de bajo costo y fácil aplicabilidad, con resultados positivos en la temporada de lluvia; incluso, ya se constató que los pumas se alejan de los potreros y no se presentan casos de depredación.