Académicos de diversos Centros Universitarios, facultades como Economía, Planeación, preparatorias y centros de investigación exhortaron al rector de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) a conducirse con respeto y tolerancia a las expresiones que les son contrarias, y aclaran que todos quieren una reforma a la Legislación Universitaria, pero ésta debe debatirse y nutrirse en la comunidad, no sólo limitarse a lo que diga el Consejo Universitario.
A horas de concluir el proceso de consulta electrónica sobre el documento que regirá a la comunidad universitaria por los próximos años, se visualizan las voces opositaras a la forma en la que la administración de Barrera Baca pretende consumar la privación de este documento.
Los académicos -en general- sintieron que este proceso fue una simulación a la imposición de un documento, que desde su punto de vista, sólo beneficia al rector, Barrera Baca y sus allegados, olvidando un punto central para la universidad que tiene que ver con el carácter académico.
A pesar de ello, afirmaron, y a diferencia de otros rectorados coinciden en que la reforma a la Legislación es necesaria, sin embargo la falta de transparencia con que se quiere realizar, es un tema que les preocupa a la mayoría de los universitarios.
Reconocen que a pocas horas de que el documento final sea presentado en comisiones del Consejo Universitario persiste la incertidumbre por conocerlo antes, para saber si las pocas observaciones que hicieron por espacios universitarios o personales cómo fue el caso del académico, Fermín Carreño Meléndez se contemplaron.
Los opositores a que la reforma se apruebe antes de ser analizada por el Consejo Universitario, advierten que la consulta “fue a modo”, restrictiva y pretendía intimidar tanto a maestros como académicos, al solicitar RFC, número de cuenta y demás datos personales para poder opinar sobre el documento propuesto por Alfredo Baca.
Aunado a que si exponían públicamente sus inquietudes o críticas el sistema se encargaba de descalificarlos como ocurrió en el caso del Director del Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población, Jaciel Montoya Arce, quien solicitó ampliar el periodo de consulta hasta el mes de octubre así como la modificación de la manera en que se elige al rector de la UAEM y se dijo en contra de ampliar el periodo de gestión del mismo y los directores.
Tras sus declaraciones la ola de “ataques” se suscitó, desde revivir acusaciones, cuestionar su desempleo laboral, y su trayectoria, sólo por decirle “no” a las formas en las que realiza una consulta la administración.
“Los académicos exhortamos al rector a serenarse y a no descalificar a los académicos que han criticado la reforma, ya que consideran eso no es un trato universitario, ni tampoco se tiene el poder supremo para decir quién es bueno o malo, no es correcta la descalificación para los universitarios que no están de acuerdo”.
Insistieron en que no hay prisa por aprobar el documento, y si es verdad que se integraron otras propuestas, se requiere conocer con mayor razón este nuevo documento, y no tiene nada que ver con el tiempo electoral como se ha manejado, es una cuestión para que participen toda la comunidad, y en estos momentos ya concluyó el semestre, es decir no hay alumnos ya a quienes se les pueda consultar su punto de vista sobre la reforma.
Existen varios temas que dividen las opiniones no sólo es la ampliación del periodo de gestión del rector y directores, sobre todo porque no quieren evaluarse, someter a escrutinio sus gestiones, ya que nosotros proponíamos que se redujera a tres años de gestión, con derecho a otros tres tras un refrendo, en total seis años como se solicita por parte de la administración.
Tampoco hay concordancia en el número de consejeros que se pretenden integrar por Centros Universitarios y Unidades Académicas, ya que se quiere un menor número, en comparación a otros espacios, a pesar de que ellos concentran la mayor población universitaria, se busca una paridad.
También señalaron que no se tiene cercanía con el rector, a pesar de la solicitud que se hicieron en diversos espacios de debatir e intercambiar ideas sobre la Reforma, éste se limitó a enviar integrantes de su gabinete en pequeñas reuniones, y en el primer año de la administración las visitas que ha hecho a preparatorias y facultades es prácticamente nulo, desde campaña no le ve cercano a la comunidad.
Se termina el tiempo que fijo, y nosotros le queremos decir al rector, Alfredo Barrera Baca que sea sensible ante el asunto, que se dé a conocer el documento final antes de ser aprobado por el Consejo Universitario y enviado a la Cámara de Diputados.
“La universidad la integramos más de 90 mil Universitarios. Antes de tomar una decisión el Consejo Universitario tiene que tomar todas nuestras opiniones, tenemos que conocer el documento final, porque todos queremos lo mismo regresarle el papel histórico que tiene la universidad y por eso seguimos promoviendo que sea crítica, que sea científica y al servicio de la transformación nacional, que se nos permitan tener discrepancias y la pluralidad de ideas debe ser el punto medular, no irnos por la descalificación”, expresó el académico Fermín Carreño.
Por su parte la académica, María del Carmen Gómez Chagoya expresó: La Facultad de Economía exige se democratice el proceso de reforma, pero sobre todo que se deje de insultar la inteligencia de los universitarios.
A estas declaraciones se unen los investigadores y académicos Carlos Campuzano Flores, José Mendoza Filorio, Esteban Felipe Sanchez Torres, Juan Gabino González Becerril, Fermín Carreño Meléndez.