El asma es una enfermedad crónica que puede afectar considerablemente a personas que contraigan COVID-19, ya que hay una mayor obstrucción y limitación del flujo del aire debido a tapones de moco e inflamación, afirmó el especialista Juan Manuel Montiel Herrera, en la Universidad Autónoma del Estado de México.
Al dictar la conferencia en línea “Alergias y COVID-19”, a través de las redes sociales del Centro Universitario UAEM Valle de México, expresó que el asma hace que las vías aéreas estén crónicamente inflamadas. Esta enfermedad puede causar episodios recurrentes de disnea, sibilancias, opresión torácica y tos, especialmente en la noche o muy temprano.
Montiel Herrera recomendó protegerse, solo salir de casa en caso necesario y no asistir a lugares concurridos, ya que los virus tienen múltiples sitios de entrada y causa daño por efectos directos o indirectos.
El experto del Centro Médico ABC-UNAM destacó que algunos estudios demuestran que virus como el que provoca la COVID-19 poseen información genética, evolucionan por selección natural, realizan copias de sí mismo y pueden infectar distintos organismos.
Puntualizó que el contagio de los virus ocurre mediante estornudos, tos, gotas de secreciones, cercanía, contacto con gotas y la entrada en mucosas. Enfatizó que la población con mayor riesgo son las personas mayores de 60 años, ya que son propensas a enfermedades crónicas y mayor inflamación; de igual manera, personas con diabetes, por el mayor daño renal, y aquellas con obesidad, pues tienen altos riesgos de inflamación.
Juan Manuel Montiel Herrera indicó que, con sus excepciones, la COVID-19 es menos grave en niños y adultos jóvenes porque hay menor frecuencia de hipertensión, diabetes y neumopatías; además, la respuesta innata antiviral es más activa.