“Hay que abortar, hay que abortar este sistema Patriarcal”, con este y otros cánticos iniciaron las mujeres su recorrido por diversas calles de Toluca, sin violencia. Aunque las pintas y las consignas contra el gobierno no faltaron.
Desde la una de la tarde de este 8 de Marzo, mujeres y niñas comenzaron a agruparse en distintos puntos de la ciudad. Lo mismo el monumento al Maestro, el parque Simón Bolívar o Vicente Guerrero, y otras tantas que al paso de la marcha decidieron unirse.
El copal, así como el humo morado les abrían el paso a quienes exigían justicia, ser escuchadas, y regresar vivas a casa, también evidenciar a sus abusadores.
Pequeñas niñas de la mano de sus madres gritando, pidiendo ser escuchadas no sólo este día, sino toda su vida.
También estaban las madres de las víctimas de Feminicidio, mujeres indígenas, y las adolescentes que por primera vez salieron a marchar.
Se notó la experiencia de quienes resguardaban la marcha; las encapuchadas que vigilaban que ningún hombre se acercara o grabara.
A diferencia de otros años, no rompieron vidrios de edificios como el Administrativo de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) o de Rectoría, eso si las pintas de consignas se pudieron visualizar.
Temerosos los negocios bajaron cortinas al paso de las mujeres; uno que otro prefirió pintar sus vidrios y obsequiar agua. “Ese apoyo si se ve”, gritaban.
No pudieron faltar algunas políticas a esta marcha, del PT y del PRI, queriendo pasar inadvertidas, pero subiendo sus fotos a las redes sociales.
De lejos se apreciaban a los elementos de seguridad resguardando edificios como la Catedral, el Ayuntamiento y las enormes vallas metálicas que recubrían la Cámara de Diputados, fue en este punto donde las jóvenes destruyeron el Bando Municipal, colocado en la esquina de Independencia y Bravo; luego patearon las protecciones de la remodelación de la Plaza de los Mártires hasta abrir algunos tramos, pero no entraron, sólo querían demostrar su fuerza.
Después intentaron quitar las vallas metálicas del Poder Legislativo, mismo que mantiene en la congeladora la iniciativa para despenalizar el aborto.
Con martillos y a patadas trataron de deshacerse de ellas, no lo consiguieron, lo más que pudieron hacer fue pintar la palabra justicia.
Al llegar sobre Lerdo, ya se encontraba resguardado el parque de la Ciencia Fundadores por la policía estatal, concretamente la unidad de género, que al ver al contingente, no dudaron en pegar sus cartulinas, unas apoyando la marcha, otras más pidiendo no ser lastimadas.
Lo mismo paso frente a palacio de Gobierno, donde una policía no dudó en romper la formación ante el grito de las jóvenes, y alzar el puño, “no me agredas, no me toques, soy mujer igual que tú”, se podía leer en su cartulina.
Ya se escuchaba el rugido morado, los cánticos, las exigencias, las mujeres no dejaban de llegar, querían mostrar su poder, querían gritar, querían cantar, y brincar, querían dejar claro que son muchas pidiendo lo mismo, justicia, seguridad y la certeza de que regresarán vivas a sus casas.