Carlos Eduardo Barrera Díaz, rector de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) reconoció que le faltó convencer a una parte de los integrantes del Consejo Universitario ante las abstenciones y las ausencias que enfrentó durante su nombramiento, pero se dijo dispuesto a comenzar una política franca, abierta y de diálogo para lograrlo.
Este viernes al medio día concluyó la sucesión del rector de la UAEM, con la toma de protesta y la entrega de los símbolos correspondientes a Carlos Eduardo Barrera Díaz, quien llega como aspirante único; días atrás, Yolanda Ballesteros Sentíes, la otra aspirante declinó a su favor y se incorporó a su proyecto.
La llegada del nuevo rector no fue por unanimidad, de los 101 consejeros que asistieron a la sesión, 93 votaron a favor del candidato único, sin embargo, se registró la ausencia de 11 consejeros, cinco abstenciones y las tres votos nulos, el reflejo reflejo de un descontento entre la comunidad por concluir un proceso de sucesión con un solo aspirante.
Para Carlos Barrera Díaz comenzar de esta manera su rectorado es la oportunidad de entablar un diálogo sobre las cuestiones que no convencieron y de ellas tomar sugerencias, para él se trató de simple democracia.
A horas de haber sido nombrado, enfatizó que el diálogo será prioridad, específicamente al referirse a la recomendación emitida por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM) que acreditó violaciones laborales a seis profesores y una alumna, la cual fue rechazada por su antecesor, Alfredo Barrera Baca.
“Vamos analizar el tema y solicitar un diálogo abierto con el titular de la CODHEM, ver el sentido de las recomendaciones, ya que tengamos todo, lo que le corresponda a la institución lo haré, pero vamos a tener un diálogo con todos los actores.