En relación con los hechos documentados por alumnos y alumnas del Plantel «Ángel María Garibay Quintana» de la Escuela Preparatoria, la aspirante a Rectora de la Universidad Autónoma del Estado de México, manifiesta: “las universitarias –como todas las mujeres del mundo– sabemos, en mayor o menor medida, el significado de la violencia o el acoso, que en el menor de los casos, pueden manifestarse con una mirada o una palabra incómoda, hasta llegar a situaciones de suma gravedad.
En nuestra Universidad, desafortunadamente se han presentado temas mayores que requieren atención inmediata.
Los hechos de violencia en general y, particularmente, lo sucedido ayer miércoles 21 de abril durante una clase en línea, en agravio de una profesora del Plantel «Ángel María Garibay Quintana» de la Escuela Preparatoria, son manifestaciones extremadamente graves de violencia de género.
La violencia física es sólo la punta visible de un iceberg enorme. Todo lo que subyace son modos imperceptibles o casi invisibles de una violencia estructural, y esa invisibilidad hace que se normalicen formas de violencia psicológica, física, sexual, económica, laboral o mediática, entre otras.
Como mujer y como universitaria quiero expresar mi legítima preocupación por los hechos mencionados, y mi confianza en que las autoridades correspondientes atenderán este y todos los casos, a fin de darnos a todas la seguridad de que habrá apoyo y no se seguirán tolerando agresiones que pueden tener consecuencias irreparables.