Adolescentes son más vulnerables a las prácticas de riesgo

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Durante la adolescencia los seres humanos somos más vulnerables a las prácticas de riesgo, que pueden derivar en traumas, violencia, accidentes, homicidios y suicidios, afirmó la investigadora Saraí Hernández Cerecedo, en la Universidad Autónoma del Estado de México.

Al dictar la conferencia “Conductas de riesgo en jóvenes”, en el marco de las actividades del Programa de Fortalecimiento de Habilidades Socioemocionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEM, Hernández Cerecedo dio a conocer a estudiantes y académicos las conductas de riesgo más frecuentes en jóvenes de 13 a 23 años de edad, que algunos especialistas consideran como la etapa de la adolescencia.

La especialista sostuvo que las principales prácticas de riesgo entre los jóvenes son las relaciones sexuales a temprana edad y sin protección; el consumo de drogas, principalmente alcohol, tabaco y marihuana; los trastornos de la alimentación; conducta antisocial o abandono de los estudios.

Hernández Cerecedo señaló que prácticas como el cutting o también llamado self injury o risuka, es decir, los continuos cortes en la piel que se autoinfligen con la finalidad de generar alivio emocional, sensación de control o simpatizar con algún grupo, pueden terminar en suicidio.

“La OMS sitúa al suicidio como la segunda causa de muerte entre personas de 10 a 24 años de todo el mundo. Esta práctica se recrudece durante la adolescencia y aunque son más hombres los que completan el acto suicida, más mujeres lo intentan”.

Asimismo, refirió que una de las principales causas de muerte entre adolescentes son los accidentes automovilísticos. “De cada cinco adolescentes muertos en carretera cuatro son hombre”.

Aseveró que los accidentes son consecuencia, entre otras causas, de conductas de riesgo como el consumo de alcohol o drogas, en combinación con el manejo de un vehículo.

Por otra parte, indicó que el tabaco y el alcohol son las sustancias con las que tienen un contacto más precoz los jóvenes. “La edad media de inicio de consumo es a los 13 años y la adicción puede conducir a problemas de salud, fracaso escolar, sexo no planificado, problemas legales, alteraciones afectivas e inicio de consumo de otras sustancias”.

Saraí Hernández Cerecedo consideró necesario acercar este tipo de información a los jóvenes, con la finalidad de que reconozcan si están o viven una conducta de riesgo y pidan el apoyo adecuado para salir de ella.