Católicas por el Derecho a Decidir condena las declaraciones del Cardenal emérito Juan Sandoval Íñiguez quién afirmó que las mujeres “se suben con cualquiera y por eso las matan”. En un contexto de violencia generalizada contra las mujeres, este tipo de declaraciones son muy graves pues promueven la misoginia, la discriminación y el odio.
A través de un comunicado de prensa, recordaron que en México son asesinadas 7 mujeres cada 24 horas, según datos del INMUJERES nacional de 2015, confirmados por el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF). Ocupa el lugar 16 en la incidencia de homicidios de mujeres a nivel mundial (ONU Mujeres 2013). A partir de cifras proporcionadas por las Procuradurías de 15 estados de la República, el Observatorio encontró que, entre enero de 2015 y noviembre de 2016, fueron asesinadas 2,083 mujeres y solamente el 25% están siendo investigados como feminicidios. Por otra parte, tan sólo en el primer semestre de 2017 se cometieron 647 asesinatos de mujeres en 11 estados del país.
Ante esta situación, es lamentable que algunas autoridades eclesiales sigan promoviendo una cultura machista y discriminatoria que naturaliza, legitima y justifica la violencia contra las mujeres y fortalece la impunidad del Estado.
Si bien el Papa Francisco ha hecho mención de manera general de la necesidad de eliminar la violencia contra las mujeres, este llamado no ha tenido eco en la jerarquía católica mexicana, que persiste en condenar, culpabilizar y criminalizar a las mujeres de las violencias de que son objeto, en muchas ocasiones legitimando estos actos brutales al responsabilizarlas de provocar los delitos. Algunos de nuestros sacerdotes y obispos han afirmado que a las mujeres “las matan porque de seguro estaban implicadas en actos delictivos” o que “las violan por indecentes”. Otros han culpado a las mujeres de vivir violencia por trabajar y no dedicarse exclusivamente a los hijos y la familia. Con este tipo de afirmaciones los obispos legitiman las violaciones de los derechos humanos de las mujeres y justifican las violencias contra las mujeres-.
Como Católicas por el Derecho a Decidir, nos sentimos indignadas ante este tipo de expresiones de las autoridades de nuestra Iglesia, contrarias el evangelio de Jesús y a las manifestaciones del papa Francisco, quién ha abogado por el reconocimiento de los derechos de las mujeres y por el respeto que se le debe siempre y en todo lugar. Pero también creemos que en nuestra sociedad no se deben tolerar este tipo de mensajes que fomentan la discriminación y el desprecio hacia las mujeres. Por ello, acudiremos al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, CONAPRED, a denunciar al Cardenal Sandoval Íñiguez.
“Las reivindicaciones de los legítimos derechos de las mujeres, a partir de la firme convicción de que varón y mujer tienen la misma dignidad, plantean a la Iglesia profundas preguntas que la desafían y que no se pueden eludir superficialmente”, papa Francisco, Evangelii Gaudium, n.104.
Enviaremos asimismo una carta al Papa Francisco, para que como pastor de la Iglesia católica, haga un enérgico llamado a la jerarquía de nuestra Iglesia para que deje de hacer este tipo de declaraciones que denigran a las mujeres y ponen en riesgo la integridad y la vida de las mujeres. Queremos pedirle que exhorte a su jerarquía a denunciar y acompañar a los familiares de las víctimas de feminicidios, desapariciones y violencia sexual, y a escuchar los testimonios de cientos de mujeres que a diario viven graves violaciones a sus derechos humanos, principalmente a su libertad, a su integridad, y a su dignidad.