La paridad de Género impulsada en la reforma Electoral del 2014 propició el repunte de casos de violencia política cometidos por mujeres contra mujeres –advirtió- la maestra en estudios de Género, Lisbett Velázquez de la Torre, a los partidos sólo les interesaba cumplir con las cuotas, por eso le dieron las candidaturas a sus mamás, abuelitas, primas, hermanas, hijas, amantes, novias, y ellas al asumir los cargos generaron violencia contra las militantes que tenían más preparación.
La investigadora reconoció que el delito de violencia política, aún no está tipificado, y por tanto no es sancionado en el país; sin embargo, se han documentando casos muy evidentes al respecto; sobre todo en el ámbito municipal.
“Lo que tenemos que perseguir es que se de un castigo de tipo penal a quienes agredan a las mujeres por ejercer sus derechos políticos. También se dan los casos donde los partidos postularon mujeres sólo por cumplir con la paridad colocaron a la amiguita, a la mamá, a la hermana, a la tía, mujeres que no están totalmente capacitadas y de nada sirve que ellas tengan esta representación sino aportan a su comunidad”, explicó.
Actualmente la violencia política sólo se investiga como un delito electoral, por lo cual debe existir una denuncia previa; sin embargo en el caso de estas regidoras o diputadas que llegaron respaldadas por sus familiares o parejas, pero que no se les permite asumir el cargo plenamente, es evidente que no van a iniciar este proceso, por tanto queda impune esta situación.
Velázquez de la Torre, comentó que la regulación de las postulación de candidatas debe asignarse con base en sus años de militancia, que no tengan parentesco con las cúpulas partidistas, que se permita acceder a los cargos a aquellas mujeres que acarrean personas, y que hoy son agredidas en sus derechos porque se les imponen a otras mujeres sin experiencia alguna.
En Toluca se han denunciado varios casos de violencia política, uno de los documentados es el de la décima sexta regidora del PT, María Esther Cardoso, donde su hijo Mario Cardoso es quien realiza el trabajo de campo, acude a las comunidades a repartir dádivas, en tanto ella, sólo se presenta en los Cabildos; todo ello se hizo público debido a la Fan Page que se abrió donde el logotipo era una M y el apellido Cardozo, y donde se observaban fotografías que evidenciaban esta situación.
Preparar a las mujeres militantes de todos los partidos para exigir sus derechos, es uno de los talleres que impartimos –es verdad- estamos creando “monstruos” pero bien preparados, con ley en mano, que exijan, que impidan que llegue la novia del líder, que al final no hará nada con una regiduría o una diputación, más que cobrar un cheque.
La experta en temas de género exhortó a la ciudadanía a investigar quienes son las candidatas, que tipo de relación o parentesco tienen con los cotos de poder del partido, conocer las plataformas, y exigir que las candidatas y candidatos estén preparados.