Pocas horas transcurrieron para identificar el cuerpo de la mujer abandonado en el cerro del Toloche, en la capital mexiquense; por la mañana se notificó que era Adriana de 31 años de edad, quien vivía en Zinacantepec junto a sus cuatro hijos y se desempeñaba como guardia de seguridad privada.
El lunes, a través de redes sociales, su familia solicitó información sobre su paradero sin éxito, jamás pensaron que Adriana sería un caso más de feminicidio en el Valle de Toluca.
Las primeras investigaciones revelan que la golpearon, después la estrangularon, para finalmente abandonar su cuerpo en un montículo de piedras, algunas de ellas manchadas de sangre.
Por la mañana, los restos de Adriana fue entregado a sus familiares y se iniciaron las investigaciones correspondientes. A pesar de que el cuerpo de la joven fue encontrado en vía pública, como ya ha ocurrido en otros casos, todo indica que las autoridades no lo clasificarán como feminicidio.
A pesar de que siete mujeres fueron asesinadas y sus cuerpos abandonados dentro del municipio de Toluca, las medidas para reforzar la seguridad, así como prevenirla violencia es prácticamente nula.