Habitantes de San Pablo Autopan denunciaron que en el Barrio de Santa Cruz opera un rastro clandestino, el cual comenzó a contaminar los pozos de agua locales.
De acuerdo con los vecinos de la zona la empresa Diporsa desde hace 20 años realiza matanzas dentro de sus instalaciones y sin las medidas sanitarias correspondientes.
A pesar de las quejas de los vecinos sobre el mal olor en las instalaciones, ahora comenzó a registrarse un color amarillento en el agua que sale de las tuberías caseras circunvecinas de la zona.
Explicaron, desde la pandemia el rateo clandestino enterraba los restos de los animales que se mataban, contaminando el subsuelo y posiblemente los pozos de agua.
Poco antes de iniciar la pandemia, el lugar fue clausurado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), al no contar con la salubridad correspondiente para realizar el trabajo de matanza de animales, sin embargo la actual administración de Raymundo Carbajal permitió que volvieran a sus actividades, ahora hasta con venta de cárnicos.
La junta vecinal acordó que realizarán los trámites necesarios para que sean escuchados ante Gobierno del Estado de México, para que realicen inspecciones con el objetivo de saber la forma en cómo opera el rastro. Además, para que sus pozos de agua no se contaminen.