Por su extrema riqueza en sustancias cicatrizantes, el amnios, la capa más interna de la placenta que se encuentra en contacto directo con el feto, es ideal para el reemplazo de piel humana dañada, resaltó en la Universidad Autónoma del Estado de México, el investigador Daniel Luna Zaragoza.
Al dictar la conferencia “Banco de tejidos radioesterilizados”, el especialista del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) refirió que los efectos benéficos de esta membrana ya fueron probados en niños que sufrieron quemaduras; también han evitado la amputación de extremidades de personas con úlceras diabéticas.
En el marco del Primer Congreso Transdisciplinario de Investigación Biomédica, organizado por el Centro de Investigación en Ciencias Médicas (CICMED) de la UAEM, indicó que al aprovechar la energía nuclear para fines médicos, en el ININ se irradian los tejidos a través del uso de neutrones de cobalto, que permiten esterilizar y garantizar su pleno funcionamiento biológico.
El fundador del primer banco de tejidos de México sostuvo que ante el elevado costo que representa la obtención de tejidos, que deben estar libres de bacterias, hongos, levaduras o virus, la irradiación es un método económico y accesible para las personas que más lo requieren.
Luego de compartir algunos casos de éxito en el trasplante de tejidos, detalló que el amnios, de la cual se pueden extraer hasta 90 porciones que pueden ser empleadas a manera de parche, también ha sido probada en el área de la oftalmología, en la atención de quemadura de corneas.
En la actualidad el investigador del ININ desarrolla investigaciones sobre el cultivo de células de la piel. Al respecto, manifestó que a nivel internacional se han diseñado, por ejemplo, vejigas artificiales, por lo que sería posible, a través de células madre, homologar en laboratorios órganos de importancia vital como el corazón.