Persisten “lagunas legales” sobre sanciones por delito ecológico

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El derecho internacional no se ocupa lo necesario de la sanción del delito ecológico, cuyos daños no respetan fronteras geográficas o políticas, por lo que es una tarea pendiente en materia jurídica, afirmó José Nieves Luna Castro, autor del libro El delito ecológico internacionalmente sancionable hacia una jurisdicción global, en la Universidad Autónoma del Estado de México.

En el auditorio “Isidro Fabela Alfaro” de la Facultad de Derecho de la UAEM, el director este organismo académico, Dolores Alanís Tavira, indicó que una de las principales aportaciones del libro es la propuesta para la creación de un tribunal penal internacional en materia ambiental, con las facultades para sancionar a los estados ante un siniestro en esta materia.

En este evento, que encabezó el secretario de Difusión Cultural de la UAEM, José Edgar Miranda Ortiz, el directivo consideró que la propuesta es vanguardista y novedosa; urgente para contrarrestar el grave daño ecológico que muchos países están provocando en agravio de toda la humanidad. “Nos invita a un replanteamiento y a una reeducación de paradigmas que nos lleve a la evolución y al conocimiento de la ecología en todo el mundo”.

Al respecto, el embajador emérito de Alemania, Edmund Duckwitz, aseguró que existen carencias en el derecho internacional en cuanto al tratamiento y sanciones por delitos ecológicos, ya que hasta el momento solo se castiga de manera individual o a las empresas que los cometen, dejando de lado a los estados, que también tienen responsabilidades ante un acto ecológico indebido.

Reconoció la valía del libro, ya que incita a la reflexión, a partir de argumentos sobre la manera en que deberían abordarse legalmente los delitos ecológicos. “Es base para el desarrollo del derecho internacional del futuro. Lamentablemente, sabemos que es un camino muy largo y complicado, pero tenemos que ser conscientes de la responsabilidad que tenemos con nuestros hijos y las generaciones venideras”, concluyó Edmund Duckwitz.